Diseñadores, arquitectos, abogados o consultores trasladan sus oficinas a locales en el centro
Las calles secundarias del centro de las ciudades están mudando su aspecto. Consultorías, estudios de arquitectura o diseño, editoriales o despachos de abogados están dejando sus oficinas en planta para instalarse en locales del centro que el comercio tradicional ha dejado vacíos. Varios factores explican esta nueva tendencia. Por una parte, los cambios en la cultura corporativa de cada vez más empresas que apuestan por estar más cerca de sus clientes y tener mayor visibilidad. Por otra, la creciente oferta de locales en el centro que reúnen características específicas en cuanto a espacio y distribución.
La transformación digital ha cambiado la mentalidad de empresas y consumidores, que se relacionan de una manera más directa y abierta. Se traduce en múltiples aspectos que van desde la implantación de sistemas tecnológicos destinados a gestionar de forma integral la relación con los clientes, al refuerzo de sus canales de comunicación bidireccionales. La cuestión es conseguir acercase más al cliente y, a poder, ser de una forma más personal. Este cambio de mentalidad es el que está posibilitando que cada vez más empresas de servicios -estudios de arquitectura o diseño, consultoras y despachos de abogados- se planteen abandonar sus despachos en planta y llevar su actividad a la calle. Con el cambio, ganan en proximidad con el cliente, pero también en visibilidad, lo cual les permite potenciar su imagen corporativa.
Nuevo perfil de inquilino
Este nuevo inquilino corporativo se está perfilando como el recambio a los operadores de retail que han ido dejando tiendas vacías en el centro debido, en buena parte, al auge del comercio electrónico. En efecto, para las marcas de retail ya no tiene sentido contar con muchas tiendas en una misma área. Ahora trabajan con una estrategia omnicanal -online y offline- que comporta el cierre de algunos establecimientos de tamaña medio en vías secundarias y la apertura de grandes tiendas insignia en las calles más prime, que actúen como embajadoras de marca, puntos de recogida, etc.
Paralelamente a la creciente oferta de locales comerciales, la falta de disponibilidad de oficinas en el centro es otro de los factores que está animando a este tipo de empresas a dar el salto. Además, cabe tener en cuenta que sus necesidades en cuanto a distribución de espacios también han cambiado. Si antes los despachos cerrados eran la norma, ahora imperan los espacios abiertos que favorezcan la comunicación y la colaboración entre empleados, con oficinas diáfanas, salas de reuniones acristaladas y zonas de relax. Algo que es posible llevar a cabo en buena parte de los locales comerciales disponibles.
En cuanto a las vías más demandadas, las calles que rodean el eje de negocios prime son las que encajan mejor con este tipo de negocios. En el caso de Barcelona, no se trata tanto de estar en Rambla de Catalunya o paseo de Gràcia como en calles colindantes como Balmes, Pau Claris o Roger de Llúria con fácil acceso a la red de transporte público y precios más económicos.
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