Dentro de su compromiso con el trabajo que realizan entidades sociales en Barcelona y Madrid, Busquets Gálvez destina cada año parte de sus beneficios a apoyar proyectos que contribuyan a mejorar la situación de la infancia. El programa Paidós de Caritas, destinado a combatir la cronificación de la pobreza infantil en Barcelona y su área metropolitana, ha sido el proyecto escogido este último ejercicio. Un proyecto que desde el 2012 trata de impedir que los hijos nacidos en familias vulnerables acaben heredando la situación de pobreza de sus padres.
Se trata de un programa pionero y experimental que atiende a familias en riesgo de exclusión con hijos de edades comprendidas entre los 0 y los 6 años. A diferencia de otros proyectos de lucha contra la pobreza infantil, Paidós se centra, no solo en el menor, si no también en su esfera familiar y en todos aquellos ámbitos -laboral, vivienda, nutrición, escolarización- que de rebote afectan la estabilidad emocional del menor.
Desde sus siete centros -3 en Barcelona y el resto en L’Hospitalet de Llobregat, Sant Adrià del Besos, Santa Coloma de Gramanet y Badalona-, un equipo multidisciplinar formado por psicólogos, trabajadores sociales, educadores, pedagogos, orientadores laborales y voluntarios diseñan un plan de trabajo personalizado para cada familia. “La idea detrás del programa consiste en analizar caso por caso y ver en qué áreas hay que dar apoyo. Actuamos como una especie de coach familiar” explica Marta Caramés, responsable del proyecto Paidós.
Asistencia integrada e integral
Las familias pueden beneficiarse de este programa un máximo de dos años y se les exige un compromiso claro para trabajar en la mejora de su situación. Para ello, además de compartir este espacio de encuentro y de juego, los adultos reciben asesoramiento personalizado y herramientas básicas para mejorar su formación, encontrar trabajo o conseguir una vivienda estable, así como pautas de crianza, higiene y alimentación y ayuda psicológica cuando es necesario. “Muchos de los padres y madres que participan en el proyecto no fueron cuidados de pequeños y, una vez tienen hijos, carecen de referentes. Se trata de aprovechar este momento para introducir cambios en positivo” indica Caramés.
El método de trabajo es práctico y basado en la experiencia. Por ejemplo, si se trata de trabajar aspectos relacionados con una alimentación saludable, cada semana se organiza un taller de cocina en las instalaciones del centro.
Según explica la responsable del proyecto, una vez las necesidades básicas de vivienda o alimentación están cubiertas, desaparece el sentimiento de inseguridad y urgencia y las familias se pueden concentrar en mejorar su situación. Por ejemplo, en hacer algún curso que les permita optar a un puesto de trabajo. En este sentido, Cartias ha logrado involucrar a la administración pública -el Ayuntamiento de Barcelona financia el 50% de los centros de la ciudad-, entidades del tercer sector como la Fundación Pere Tarrés y empresas privadas que, o bien colaboran contratando a usuarios de este programa, o haciendo una contribución económica, como es el caso de Busquets Gálvez.
Los espacios Paidós permanecen abiertos de 9 a 20h y actualmente el programa está atendiendo a un total de 111 familias, 462 personas entre adultos y niños. Hay lista de espera para acceder a este programa.
Aunque todavía está en fase experimental y no hay datos suficientes para evaluar su efectividad, el seguimiento que se está haciendo de las familias que ya han participado en el programa indica que en una parte importante de casos se está consiguiendo romper el círculo vicioso de la pobreza y prevenir situaciones de marginalidad extrema.
Más información sobre la filosofía y funcionamiento del programa PAIDOS en este video.
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